La mayoría de las personas pueden solicitar un procedimiento de lifting de glúteos brasileño. Sin embargo, hay algunas premisas generales que deben tener para ser un buen candidato.
Una de ellas es el deseo de realizarse un aumento de glúteos sin el uso de implantes. Para ello, deben tener un buen tono de piel en la zona de las caderas y los glúteos para que la cirugía pueda realizarse sin ningún problema.
Otra característica de un buen candidato debe ser la existencia de reservas de grasa adecuadas en otras zonas del cuerpo para cosecharlas para inyectarlas en los glúteos.
Por último, los pacientes deben estar dispuestos a evitar sentarse sobre la espalda durante varias semanas, así como a tomarse el tiempo necesario para el proceso de recuperación.
Durante las primeras cuatro semanas después de un lifting brasileño de glúteos, los pacientes no pueden sentarse ni tumbarse sobre las nalgas y deben dormir en otras posiciones, como boca abajo o de lado. Tienen que seguir evitando sentarse, excepto para ir al baño.
Una vez que se haya recuperado por completo, podrá volver a sentarse gradualmente; mientras tanto, deberá utilizar opciones de asiento modificadas, como el uso de una almohada BBL. En todo momento el paciente debe evitar ejercer presión sobre los glúteos. Normalmente se permite sentarse normalmente y realizar otras actividades después de 6-8 semanas.
La mayoría de los médicos recomiendan no pasar mucho tiempo sentado hasta pasados tres meses de la operación.
Los pacientes pueden utilizar la almohada BBL para sentarse en cualquier momento sin ejercer presión sobre los glúteos.
El lifting brasileño de glúteos es un procedimiento gratificante, con resultados duraderos. Sus glúteos más curvados y la mejora de las proporciones de la parte inferior del cuerpo se notarán en su aspecto y en la forma en que le queda la ropa 6 meses después de la cirugía, cuando la hinchazón residual haya desaparecido, lo que suele ocurrir en menos de un año en la mayoría de los pacientes.